Ola de crímenes y de poco más
- Culturizadamente
- 20 oct 2018
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VALLADOLID. Alberto Gutiérrez

El pasado 5 de octubre tuvo lugar el estreno de Ola de crímenes en la gran pantalla. Dirigida por Gracia Quejereta y escrita por Luis Marías, muestra como una madre (Maribel Verdú) decide echar por tierra su vida de lujo y facilidades por ayudar a su hijo a ocultar un crimen: el asesinato de su propio padre (del que su madre se ha divorciado).
A partir del asesinato en los primeros minutos de film, salen a la luz las figuras de la actual pareja del muerto (Paula Echevarria) y su abogada (Juana Acosta). Ambas formarán un equipo durante toda la cinta, obsesas por esconder las evasiones fiscales que estaban a punto de destaparse con el cadáver de su pareja. He aquí el punto en el que se suceden una serie de asesinatos en la ciudad de Bilbao con tal de proteger los intereses de unas y de otras. Ante esta coyuntura aparecen las fuerzas de la ley, interpretados por Antonio Resines y Raúl Peña, quienes intentarán esclarecer los hechos del crimen.
La película comienza a enredarse hasta tal punto que la protagonista (Leyre) llega a hacer barbaridades tales como matar a la reciente viuda o acostarse con el mejor amigo de su hijo, menor.
A pesar de contar con un reparto más que bueno, el producto final no es ni mucho menos el esperado por el consumidor. Si de un pedido en Amazon se tratase, a buen seguro podríamos reclamar el dinero en su totalidad. Pero sin ánimo de ennegrecer aún más el tono que acomapaña al humor, una de las pocas gratificaciones que otorga el visionado es el papel que desempeña Maribel Verdú. Aunando humor y dramatismo, rozando la excelencia.
El segundo (y último) motivo para ejercer un acto de valentía e intentar el completo visionado de la película es el personaje de la abogada, interpretada por Juana Acosta. Desempeña el papel de persona vil, sin escrúpulos y capaz de todo con tal de ganar dinero y evadir a la justicia en todos los ámbitos.
La carga de tópicos, sexismos e incoherencias provoca el rechazo de una gran mayoría de la atención en incontables momentos de la película. Es por ello que quizá el año de estreno no se corresponde con la situación de búsqueda de igualdad de género que vivimos hoy día.
Ola de crímenes busca en vano el humor a través de la tragedia, y quizá sea trágico el poco humor que desprende.
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