Entrevista al músico Javi Franquelo
- Culturizadamente
- 18 nov 2018
- 9 Min. de lectura
Actualizado: 21 nov 2018
“La música es una herramienta perfecta para intentar concienciar al pueblo y acabar con las injusticias”
Desde uno de sus lugares favoritos de la ciudad de Valladolid, que le ha visto crecer como músico, el joven malagueño Javi Franquelo abre su corazón para hablar sobre la música, su gran pasión
VALLADOLID. Sara Becerro Alonso / María J. Cardalliaguet

En lo que es su segunda casa, para todos los que lo frecuentan conocido como “El Cafete” o el “bar de Hues” (Café Teatro, Calle Cánovas del Castillo) y junto a su piano, Javi espera ansioso a que todos sus amigos y conocidos entren a la sala para comenzar su actuación. Nervios, mucha ilusión y una alegría inmensa le inunda la cara y el corazón. Abrazos, besos y mucho apoyo es lo que se respira en la sala. Nacho Castro, amigo y también gran músico,aparece en escena para hacer una colaboración junto a Franquelo con el increíble sonido de su saxofón.
Javier Franquelo (Málaga, 1994) está de gira con el que es su primer disco Evolucionando (escúchalo gratuitamente en Spotify o Youtube), una mezcla entre el blues, el Rock&Roll, el jazz e incluso el funk y como no, uno de sus primeros bolos tenía que ser aquí. Ha vivido entre Valladolid y su ciudad natal, moviéndose por música. A una asignatura del Grado de Musicología, Franquelo ha preferido dar el salto a la profesionalidad y abrir su propia discográfica.
PREGUNTA: ¿De dónde te viene la pasión por la música? ¿Cuáles fueron tus comienzos (cómo comenzaste en este mundo)?
RESPUESTA: Desde que tengo uso de razón (e incluso antes) he estado rodeado de música. Mi madre lleva muchos años dedicada a la música coral y siempre me cuenta que cuando yo apenas tenía un año ella quedaba con sus amigas para ensayar y yo después de escucharlas las repetía por motu propio dejándolas patidifusas. Mi padre además es un gran batería y de joven estuvo a punto de dar el salto a ser profesional.
Debido a ello empecé muy pronto. Con 6 años comencé a cantar en una escolanía y con 8 empecé el conservatorio. Ya con 12 (cuando abandoné los estudios clásicos), monté mi primer grupo. Siempre he estado rodeado de música muy diferente y eso me ha facilitado mucho las cosas.
P: ¿Cuál es el instrumento que más te seduce? Musicalmente hablando.
R: Hay muchos instrumentos que me vuelven loco. Quizá el que más me seduzca sea el piano, no solo por su sonoridad sino por la cantidad de posibilidades que ofrece. Es un instrumento muy muy completo. También me encanta el saxo y me gustaría llegar a aprender a tocarlo algún día porque siempre me ha parecido que tiene un timbre muy especial.
P: ¿Qué significa para ti la música?
R: Para mí la música lo es todo, no entendería la vida sin ella. A veces es un bálsamo para los malos momentos, también un catalizador social perfecto, una forma de exaltar la felicidad... Pero en definitiva es una forma de expresión, un vehículo de sentimientos e ideas maravilloso que a nadie deja indiferente. Todo el mundo escucha música sea de la índole que sea y eso no pasa con ningún otro arte a excepción del cine. Para mí la música es una forma de vida e intento aprender y conocer cada día un poquito más de ella. Además, es una herramienta perfecta para intentar concienciar al pueblo y acabar con las injusticias.
P: ¿Quién era tu ídolo cuando eras pequeño? ¿Ha cambiado con los años?
R: No he sido demasiado idólatra de pequeño, pero en la temprana adolescencia descubrí Nirvana y me convertí en fan absoluto de Kurt Cobain. Siempre me he sentido diferente y quizá gracias a Kurt me dí cuenta de lo genial que eso era. Es una lástima que nos dejará de esa forma...

P: Compones tus propias canciones, haces música y también poesía. Además, has formado parte del grupo vallisoletano “Four fingers”, ¿Qué diferencia a este Javi Franquelo del anterior?
R: La verdad es que muchas cosas... El primer salto importante evidentemente es la edad. Empecé con 4Fingers con 18 años recién cumplidos y empezando la carrera. Ahora hago los 24 años en unos días y he madurado mucho, cosa que se nota en mis letras.
Era un grupo de Rock un poco al estilo Platero y tú y eso significaba letras algo más agresivas que las actuales, a veces más banales... Además en 4Fingers éramos 5 personas con gustos distintos aunque siempre encontrásemos parcelas comunes. En este proyecto soy yo sin filtros, no tengo que dar explicaciones a nadie y me siento algo más libre a la hora de componer, aunque echo mucho de menos el grupo. Espero que ahora que estoy formando una banda para mi proyecto en solitario se me pase un poco la morriña de los 4fi…
P: ¿Qué te aportó formar parte de un grupo y por qué el cambio a la música en solitario?
R: Durante los últimos meses en 4Fingers empecé a componer algunas canciones que no pegaban demasiado con el estilo del grupo. Solía acercarme a tocar en el Open Mic de “El Borsalino” con la banda y un día me armé de valor y fui yo solo, cosa que acabé tomando como costumbre. Decidí así empezar un proyecto en solitario paralelo a la banda con esos temas nuevos que estaba componiendo. Sin embargo, el verano de ese año el batería y uno de los guitarristas se marcharon a Madrid a continuar sus estudios, así que el resto de los integrantes decidimos no reemplazarlos y disolver el grupo.
El haber sido parte de 4Fingers me aportó muchísimo. Aprendí mucho de Sergio Arconada, guitarra solista de la banda y compositor de la música de algunos de los temas. Fue mi primer proyecto serio y saqué muchísimo de esa etapa, pude eclosionar como frontman y conseguí muchas tablas. Además, éramos un grupo de cinco amigos por encima de todo, y lo bien que lo pasamos durante los cinco años que estuvimos juntos no tiene precio. El grupo me ayudó mucho a descargar, desconectar y a disfrutar tanto en los conciertos como en los ensayos.
P: ¿Cuál ha sido tu mejor concierto?
R: Hay muchos que recuerdo con gran cariño, pero quizá el mejor por sensaciones, calidez del público y porque fue el último concierto de 4Fingers sea el que dimos en la fiesta de aniversario de 470 en el BackStage. A nivel musical tuvimos muchos mejores, pero ese fue muy especial y di absolutamente todo lo que tenía dentro.
En solitario quizá el mejor concierto que he dado ha sido durante esta primera parte de la gira en La Casa de las Musas (Burgos). Me encontré muy cómodo, me trataron genial y me sorprendió muchísimo la actitud del público y el buen aforo que hubo siendo una ciudad en la que no había tocado nunca y encima un jueves. Por todo esto creo que fue el mejor.
P: Tú qué has vivido en Valladolid durante los años en que se aplicaba la Ley de Cultura Base, ¿crees que podría repetirse una Ley parecida? ¿Cómo os afectó a los artistas? ¿Recuerdas alguna representación interrumpida por la Policía?
R: Cómo bien sabéis la ley sigue vigente y aún hace falta trabajar mucho al respecto. Pero es verdad que ahora no estamos sometidos a la caza de brujas de la época de León De La Riva. Fueron unos años muy duros en los que estábamos hartos de ser tratados como delincuentes. Las salas pequeñas desaparecieron del mapa, prácticamente todo tenía que ser en acústico o pasando por un limitador que destrozaba el sonido y te hacía sonar más bajo que la música que pudiese poner el bar por los altavoces... Pero lo peor es que llegaban a prohibir actuaciones de micro-teatro o similares. Ya me dirás tú el ruido que hace el micro-teatro...
A nosotros en una ocasión nos cortaron un concierto a la mitad porque llegó la policía. No sé hasta qué punto fue culpa de la policía y hasta qué punto fue de la sala en este caso concreto. La verdad es que fue un ultraje del que prefiero ni acordarme... Pero era lo habitual. A 4Fingers esta situación nos pilló de lleno. Nuestro primer concierto fue en abril de 2013 y tuvimos que escondernos como ratas. Recuerdo esa sensación de inquietud constante, mirando todo el rato hacia la calle durante la prueba de sonido por si llegaba la policía... fue terrible.
Cuando desaparecen las salas pequeñas que albergan músicos emergentes están cortando las alas a toda una generación. No se puede explicar el éxito de las grandes bandas de la historia sin sus inicios en bares. Esto tiene que tener sus etapas, y si no puedes tocar en garitos de tu ciudad cuando eres un chaval están matando tu carrera.
Así mismo ante tales prohibiciones siempre hay sinvergüenzas que se aprovechan de las ganas de tocar de la gente y te impone unas condiciones abusivas o directamente tratan de pagarte en cervezas.
P: ¿Qué opinas del panorama musical en Valladolid? ¿Y en España? ¿Qué crees que necesitan los artistas o que se podría mejorar?
R: El panorama musical pucelano es una auténtica pasada. Es increíble que en una ciudad tan pequeña haya tanto movimiento musical y tantos grupos y solistas con ese talento. Encima en todos los estilos. Hay raperos, cantautores, bandas de rock, jazz, punk... que no tienen absolutamente nada que envidiarles a artistas de proyección nacional e internacional (al menos musicalmente hablando). Además, hay una sensación de hermandad enorme, parte de lo cual estoy seguro que es gracias al Open Mic Pucela (y ahora también al micro de La Piel del Oso).
En España tenemos un toque especial, hay un panorama musical amplísimo y de mucha calidad, aunque he de reconocer que me apena bastante ver que lo más escuchado es siempre lo mismo. Pero es lo que tiene la radiofórmula y los tiempos en los que los Beatles eran parte de ella ya pasaron...
Hay que mejorar muchas cosas, empezando por el estatus del músico a nivel estatal. Si no eres archiconocido la gente te va a seguir diciendo que lo de la música está muy bien pero que te busques un "trabajo de verdad". Pues perdone usted, pero esto es un trabajo al que se le echan más horas que a ninguno. Nunca paras de formarte, nunca paras de ensayar, de tocar... Y por desgracia muchas veces no está pagado como se debería. Hay que concienciar tanto a los emplazadores de conciertos como al público que hay que pagar por la música sea quien sea. Si no te cuesta pagar 20 euros por la entrada por un grupo grande no intentes racanearle 5 a un músico emergente, y si eres hostelero no intentes pagar en cervezas o en "promoción". Que hay mucha gente que vive de esto o que lo está intentando y nunca debe trabajar gratis o por un sueldo de mierda.
P: El Café Teatro es uno de los lugares más emblemáticos de la música en Valladolid y tú has tenido la oportunidad de poder tocar allí y tener un gran vínculo con las personas que pasan por ahí, ¿Qué tiene de especial este bar? ¿Cómo fue tu concierto allí?
R: El Café Teatro ha sido mi segunda casa en Valladolid. Es un bar con 19 años de historia por los que han pasado músicos de toda índole, en los que grandes músicos locales se han convertido en lo que son hoy y por el cual siguen pasando artistas en plena proyección o ya muy reconocidos.
Es un lugar de encuentro entre generaciones y el ambiente es muy familiar, muy cálido. Es un refugio para el músico y el melómano y pocos sitios pueden presumir de ello.
Mi concierto en el cafete fue una gozada. Fue un reencuentro con grandes amigos después de varios meses y me sentí muy querido. Fue una pena coincidir con tantos eventos ese mismo día en la ciudad porque me hubiese flipado llenar el Café, pero no estuvo nada mal de aforo, la verdad es que salí muy contento.
P: Si te dejasen elegir cualquier lugar del mundo para tocar, ¿Cuál sería?
R: No soy muy fetichista con los escenarios, pero sin duda sería un sueño poder estar en el festival de Jazz de Newport, aunque es una fantasía muy difícil de conseguir.
P: Por lo que has podido contarnos, estás ahora inmerso en un gran proyecto para fundar una discográfica, ¿algo que se pueda contar?
R: Tengo que guardarme mis cartas, pero sí. Mi intención es fundar una productora musical muy completa que permita a los músicos emergentes ascender sin tantas trabas, así como poner musicalmente hablando en el lugar del mapa que se merecen ciudades como Málaga o Valladolid. Es un proyecto bastante megalodónico y no puedo contar mucho, pero si sale todo bien pronto empezará a despegar.
P: Háblanos de tus planes de futuro y de qué esperas conseguir con tus proyectos.
R: Mi intención es poder compaginar mi carrera artística con la producción y llegar lo más arriba posible. Mi sueño es que mi música llegue a ser muy escuchada y poder difundir el mensaje de mis letras. Tengo muchas cosas dentro que me encantaría compartir con el gran público.
En el ámbito de la producción mi idea es conseguir tener mi discográfica y montar un modelo sostenible para las bandas sin que se vean obligados a firmar cláusulas abusivas y permitirles ser ellos mismos.

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